El planeta enano Ceres, que se ubica entre las órbitas de Marte y Júpiter, no deja de sorprendernos con las singulares características de su geografía. Sus puntos brillantes han representado un misterio desde que fueron divisados por la sonda Dawn, y ahora se le suma otro, un enorme pico piramidal que se eleva de la superficie cerca de 5 km.
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