Esta es la manera de resumir la hostil Júpiter, que se mantiene al margen de cualquier exploración científica debido a este problema de aterrizaje. La NASA quiere superar estos obstáculos y desarrollar una sonda robótica llamada Windbot, que va a ser impulsada por el viento y desarrollada para poder aparcar en el aire.
Una misión confiada a la famosa Jet Propulsion Laboratory (que ha dirigido los rovers Opportunity) en Pasadena, California. Esta empresa ha sido la afortunada para realizar este proyecto gracias a un estudio de viabilidad que tendrá un período de un año y aparte de esto, contarán con la ayuda de 100.000 dólares para lograr este proyecto.
Ya en 1995, la NASA envió la nave espacial Galileo al planeta gigante gracias a un paracaídas. Este invento tan solo duró una hora antes de sucumbir a la presión excesiva de la atmósfera de Júpiter y al calor extremo.
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